En el proyecto BIOVIS se propone el estudio de la biodiversidad y la estructura de población de la especie ovina en el continente Americano. El propósito general es estudiar las razas denominada “criollas” que históricamente derivan de el proceso de adaptación y selección durante los 500 años después del descubrimiento del continente Americano. Durante la colonización Española a partir de la zona del Caribe y México, se llevaron varios animales que servían para hacer habitable las nuevas colonias que eran completamente diferente del ambiente Europeo. Es opinión de muchos investrigadores que la introducción de los animales domésticos se llevó a cabo a partir de razas del Sur de España, que eran llevada hasta las Islas Canarias (escala obligatoria hacia las Américas) o Azores (en el caso de Portugal) ,en espera de la salida de los barcos comerciales. Una buena revisión sobre este tema puede ser consultada en la revista Archivos de Zootecnia: artículo del Dr. Villalobos. Influencias de otras parte de Europa no han sido trasmitidas pero, es lógico imaginar que desde varias partes del imperio Español y Portugués hayan sido traídos animales para poblar las nuevas tierras. Por ejemplo los barcos Portugueses que hacían escala en África Occidental para cargar esclavos probablemente traían en los mismos viajes ganados para las colonias desde las costas Africanas. En el mismo modo los barcos Españoles podrían haber traído animales desde las pertinencias no ibérica del Imperio (Italia del Sur, Moroco, Filipinas).
Durante los años varias influencias genéticas, sin embargo, han sido posibles gracias a la importación de ganado exótico de aptitud especializada como, las razas Británicas y Francesas o de razas Africanas adaptada a los climas tropicales.
El proyecto prevee el estudio de las poblaciones ovinas según tres acciones específicas:
En particular utilizaremos marcadores STRs (microsatellites) que son secuencias autonómicas que nos permitirán conocer la diversidad genética de las poblaciones criollas y en muchos casos de darle una identidad genética. En efecto muchas razas criollas (no solo ovinas) aun siendo de gran importancia social y económica dentro del panorama ganadero de las regiones más desfavorecidas de la región, no tienen reconocimiento oficial y carecen de datos científicos que identifiquen sus características. En muchos casos, la extinción de estos recursos genéticos importantísimos hace que queda una huella solo en los recuerdos de las personas que los han utilizado y criado durante generaciones.
También se utilizaran marcadores específicos del cromosoma Y y del ADN mitocondrial para investigar ciclos evolutivo largos (por vía paterna y materna), que posiblemente nos expliquen que tipos genéticos hayan sido introducidos durante los siglos en América.